En 1798, don Mariano Hormaza y Matute, administrador principal del Real Derecho de Alcabala de la ciudad de Cartago y de sus subalternas de Anserma y Toro, le solicita al Virrey la licencia para construir la Santa Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, como cumplimiento de la promesa hecha a Dios con motivo de la curación de su único hijo, quien padecía una gravísima enfermedad. Después de su viaje a México, de su visita al Santuario de la Virgen de Guadalupe y de mandar a pintar un cuadro que trajo para la futura iglesia, su gran preocupación era construir el Santuario.
Después de obtener los permisos eclesiásticos, don Mariano pudo hacerlo bendecir e inaugurarlo el 1º de julio de 1810 con la celebración solemne de la Santa Misa. Los festejos y demás celebraciones duraron varios días.
El Santuario fue construido en terreno donado por el mismo don Mariano Hormaza, y que formaba parte de su residencia.
A partir del seis de septiembre de 1810 se expuso allí el Santísimo todos los jueves y los domingos por la noche, a petición del mismo don Mariano.
El santuario es de estilo colonial, con detalles barrocos. Ha sufrido daños a causa de incendio y temblores de tierra. Ha sido proclamado monumento nacional. En los últimos años fue sometido a reforzamiento en sus cimientos, gracias a los aportes de los gobiernos nacional y departamental. Se ha hecho un trabajo de iluminación por parte de la Asociación “Amigos de Guadalupe”. Hace poco se hizo la restauración del techo, también con dineros oficiales. .
Es un lugar de peregrinación permanente. Está regentado por los padres vicentinos.
Por: Pbro. Historiador. Héctor Osorio Sánchez. Miembro de Número Centro de Historia “Luis Alfonso Delgado”