
Ficha Técnica:
Título: Ubuntu
Escultor: Nelson Agustín Agudelo Torres
Acerca de la Obra:
Comunicado expedido por El centro de Historia “Luis Alfonso Delgado” y la Oficina de Patrimonio Histórico de Cartago, por el cual se vinculan a la celebración del día de la Afrocolombianidad y se hace memoria histórica de los hechos vividos por la población africana hasta nuestros días, teniendo en cuenta que a comienzos del siglo XVII Cartago se erigió como el segundo centro más importante en la trata negrera interna después de Cartagena en su ruta hacia Lima.
Antes del contacto con Europa, varias sociedades africanas tenían sistemas de esclavitud que variaban desde prisioneros de guerra, deudores hasta personas castigadas por delitos. Sin embargo, a diferencia de la esclavitud transatlántica, la esclavitud en África no estaba basada en la raza.
El comercio transatlántico de esclavos, que alcanzó su apogeo en los siglos XVII y XVIII, fue impulsado por la demanda europea de mano de obra para sus colonias en América. Este comercio devastó muchas comunidades africanas, ya que traficantes europeos intercambiaron armas, alcohol y otros bienes por esclavos capturados por reinos africanos locales. Las rivalidades étnicas y la búsqueda de ganancias condujeron a guerras y saqueos para abastecer este comercio.
En el Nuevo Mundo, los esclavos africanos que eran traídos en barcos negreros por las compañías europeas y que llegaban al puerto de Cartagena de Indias, enfrentaron condiciones inhumanas y un trato brutal. Fueron privados de sus derechos humanos básicos y sometidos a un sistema de opresión que perpetuaba la supremacía blanca y el racismo.
A pesar de esto, hubo resistencia contra la esclavitud en África. Los propios esclavos se rebelaron y hubo líderes y grupos que abogaron por el fin del comercio de esclavos, reconociendo sus devastadores efectos.
En el nuevo mundo, también surgieron comunidades de descendientes de esclavos africanos conocidas como palenques, que fueron lugares de refugio y resistencia. Estas comunidades, establecidas en áreas remotas, buscaban libertad y autonomía, desarrollando formas de vida independientes.
Un ejemplo destacado es San Basilio de Palenque en Colombia, el primer pueblo libre de América.
Similarmente, aunque con corta duración, en Cartago, el palenque de Egoyá o Cerritos, se formó en 1785 cuando el 18 de agosto, se reunieron en el trapiche de la isla, propiedad de don Mariano Matute, 14 negros entre hombres y mujeres, decidieron huir y establecer una comunidad emancipada en las proximidades del pueblo de indios de Los Cerritos. Este grupo, liderado por Prudencio, y su concubina la negra martina, esclavos de don Mariano Matute y el Capitán de los negros en la huida, el negro Cristóbal, esclavo de don Ventura Molinos y otros que buscaba, inicialmente, escapar de los maltratos y de problemas personales como sus relaciones con sus amos o con otros negros y que durante la huida se empieza a dar un proceso de solidaridad hasta que finalmente, en la medida que se fue consolidando el asentamiento se puede observar el esfuerzo compartido para conformar una comunidad y crear una sociedad autosuficiente de negros emancipados.
Lo que va mostrando una progresiva toma de conciencia de los fines y la concreción del objetivo de alcanzar bajo el nombre de “libertad”
En Cartago, según el historiador Francisco Zuluaga, en 1780 los esclavos sobrepasaban en número a los reconocidos como ciudadanos. Para 1815, el viajero Boussingault describía Cartago como “una ciudad con algunos millares de habitantes… y los esclavos eran muy numerosos”
Con lo que podríamos atrevernos a decir, que el gen afro está en todos los cartagüeños.
Los palenques jugaron un papel crucial en la lucha contra la esclavitud y la resistencia al sistema colonial. Mantuvieron enfrentamientos con las fuerzas coloniales y participaron en rebeliones.
El fin del comercio de esclavos en África fue resultado de la resistencia interna, movimientos abolicionistas, cambios legales e intervenciones militares, proceso que se extendió a lo largo del siglo XIX y condujo a la abolición de la esclavitud.
Sólo una sociedad tan marcada por el sufrimiento, la lucha y resistencia podría llegar al punto de una mayor “Expansión de Conciencia” la que está simbolizada por “Ubuntu”, una filosofía africana que significa “yo soy porque nosotros somos”. Ubuntu resalta la importancia de la comunidad, la empatía y la solidaridad, promoviendo la paz, la armonía y la cooperación a nivel mundial.
Hoy, con esta escultura realizada por el Maestro Nelson Agustín Agudelo Torres, recordaremos vivir en la filosofía Ubuntu ya que la única raza es la humana.