José Francisco Pereira Martínez nació en Cartago el 11 de enero de 1789, bautizado en la Iglesia de San Jorge según consta en registro del libro de bautismo No. 5, día 5 de febrero de 1789, nacimiento que se da en el mismo año de la Revolución Francesa y de la cual, su vida política fue el fundamento ideológico.

El recién colegio fundado por el pedagogo español Lázaro de la Gardea entregó las primeras letras a José Francisco y su continuación educativa se hizo en el colegio de San Bartolomé, Santafé de Bogotá, años 1802-1807, para luego estudiar jurisprudencia en San Bartolomé, estudios que interrumpió con ocasión del 20 de julio de 1810, pues el estudiante inquieto participa en dichas jornadas y enterado de las acciones de liberación que promovían las Ciudades Confederadas del Valle del Rio Cauca, su tierra, se alistó con el ejército de Antonio Baraya e hizo participación en la famosa batalla del Bajo Palace, con derrota del ejército imperial.

Regresa a Santafé y continua sus estudios de jurisprudencia obteniendo el título en el año 1814 y como la línea de la juventud de la época era su vinculación a las tareas de liberación de la patria, deja de lado su profesión y se enrola en los ejércitos que comanda Custodio García Rovira, en los Santanderes y lastimosamente en Cachiri las tropas patriotas son derrotadas situación que precisa el regreso de Pereira a Santafé de Bogotá, encontrando un ambiente negativo para sus finalidades, toda vez que la expedición de la reconquista de Morillo se encuentra cometiendo toda una serie de actos vandálicos contra los nacionales, motivo por el cual se ve precisado a regresar a Cartago; pero al Cartago viejo ahora selvático, con fines de protección y defensa, permaneciendo en dicho lugar por más de 3 años en compañía de un hermano y de varios compatriotas.

Conocidos los resultados de la Batalla de Boyacá, Pereira sale de su escondite y es designado jefe político y militar de la provincia de Cartago. A su cargo, corresponde la indagación sobre los hechos antihumanos causados por las fuerzas españolas realistas y para lo cual recoge extensos testimonios de la oficialidad realista derrotada en la Batalla de San Juanito, cercanías de Guadalajara de Buga, piezas instructivas que remite a Santafé de Bogotá.

Bolívar, desde Angostura, post-Boyacá, convoca al congreso de la Villa del Rosario de Cúcuta en enero de 1821 y con 5 compañeros, es elegido por el pueblo de la provincia del Cauca y así mismo de Novita y Citará, como delegado constituyente al interior del congreso, el cartagüeño entrega toda su capacidad y su ideario demoliberal. Inicialmente es elegido miembro de la comisión de Reglamento del Congreso que es aprobado unánimemente y a la vez hace parte de la comisión militar que va a tener como objetivo la financiación de los costos que generaban las campañas libertadoras de Venezuela y el sur del virreinato, en Pasto y Quito. En el curso de las deliberaciones, Pereira sobresalió por su sindéresis conceptual sobre la cosa pública.

Participó decididamente en la elaboración de 3 grandes leyes emitidas por el congreso: la ley de Manumisión de Esclavos, la ley de extinción del Tribunal de Inquisición de Cartagena y la ley de imprenta. De dicho congreso sale la primera carta constitucional que sirve de fundamento y estructura al naciente Estado republicano de Colombia, constitución cuyos fundamentos son repetidos en las constituciones futuras, pues su diseño contiene los últimos adelantos de la ciencia política.

Con posterioridad, y en sucesivas legislaturas, es elegido por el Cauca en el congreso nacional. A la vez, los presidentes Caicedo, Obando y Márquez designan a Pereira Ministro del Interior y de Justicia. Así mismo sus calificadas ideas jurídicas le permiten acceder a las Altas Cortes de la época, por largos periodos sucesivos. Importa anotar que el magistrado Pereira hizo parte de la comisión criminal encargada de juzgar la tentativa de dar muerte al Libertador en la “nefanda noche septembrina”, comisión de la cual renuncia cuando conoce que una de las sanciones es la pena de muerte, medida que riñe con su formación humanística.

Dos hechos fundacionales adornan a nuestro coterráneo. Primera, al conocer el cierre del convento franciscano de San Antonio en Cartago es promotor de la creación del colegio de Cartago con ocupación de las instalaciones y equipamientos físicos del convento y ante su antiguo jefe de gobierno y compañero constituyente José Ignacio de Márquez obtiene el decreto de creación del colegio de Cartago el 5 de septiembre de 1839. El segundo hecho, José Francisco es el promotor de jerarquía para que en los terrenos selváticos de Cartago la antigua, se funde una ciudad nueva e instruye a su hijo Guillermo en el sentido de ceder los extensos terrenos que había comprado a la Nación para que los nuevos vecinos recibiesen sus adjudicaciones. Este proyecto se lo impuso, como último acto de su voluntad, al sacerdote cartagüeño Remigio Antonio Cañarte y Figueroa, quien al conocer la muerte de José Francisco en Tocaima, 20 de agosto de 1863, en asocio de varios cartagüeños, entre otros Félix de la Abadía, Jesús Ormaza, Alias Recio, realiza el día 30 de agosto 1863, la misa ceremonial de fundación en el sitio que actualmente existe Pereira, nombre que fue colocado posteriormente en honor a José Francisco Pereira Martínez.

Resumen biográfico de José Francisco Pereira Martínez, realizado por Guillermo Suárez Moriones, presidente del Centro de Historia “Luis Alfonso Delgado” de Cartago